A MI FUTURO YO
No te
conozco aún pero quería dedicarte unas palabras porque es posible que no me
recuerde más adelante en el tiempo. Repito, no te conozco pero sé con certeza
que eres más experimentada, más sabia y más diestra que yo en este camino
intrigante y desconocido que llaman vida. Espero que hayas cumplido todas tus
metas y que estés satisfecha y orgullosa de tus logros, que la inspiración
llame a tu puerta todos los días y hables el lenguaje de la creatividad, porque
es la forma de sacar la niña que siempre fuiste y aún llevas dentro. Ojalá no te arrepientas demasiado de tus
errores, que no te pesen los recuerdos, que no hayas quemado la memoria. Ojalá
sigas sintiéndote alada para soltar la primera ocurrencia y que la diplomacia
te permita expresar tu opinión sin ofender. Es probable que hayas adoptado un
nuevo apellido y que sea el nombre comercial de un producto, como se narra en “En
2084”. Al igual que es probable que hayas dejado de comer carne o te hayas
pasado al macrobiótico, que uses la copa menstrual (si aún menstruas) y una cabina
de rayos antienvejecimiento, con un smoothie verde en la mesita de al lado. No
sé qué habrás hecho con las canas porque nunca te teñiste y es difícil en el
pelo negro sin decolorar antes. Espero, además, que tu cuerpo continúe ágil y elástico,
con la resistencia para llevar un nkue cargado de bananas a tus espaldas como
tus abuelas. Puede que, al estar más desocupada, por fin te dediques momentos “estéticos”
con dispositivos inteligentes que te hagan la manicura, pedicura y el
maquillaje facial. Es posible, incluso, que tengas un estilista virtual que, a diario, elija por ti el outfit más trending.
Deseo que no hayas olvidado cómo es
sentarte con personas y pasar un rato ocioso sin testimoniarlo en Instragram o
Twitter. Espero que te re-empoderes sin necesidad de acudir o adoptar ninguna
ideología imperante, de comprar ningún discurso político ni de militar en
ningún colectivo. Deseo honestamente que recuerdes que a miles de kilómetros
está la tierra de tu gente, que también es tu tierra, a la que hace tiempo
llamaron Tercer Mundo, donde dejas de ser negra porque, entre otras cosas, te
llaman blanca. Donde la naturaleza es tan abrumadora y evocadora que te hace
entender de golpe todos los proverbios y adivinanzas de tu etnia, aunque por
primera vez los escuches, aquellos que nombran animales, plantas y constelaciones.
Que honres la memoria de tus ancestros y transmitas el legado a tu descendencia
tal y como rige la tradición. Que cuando te hayas cansado de tu vida y
preocupaciones primermundistas, la casa del pueblo sea el lugar de tu holganza
donde todas las mañanas barras con la escoba de paja mientras las gallinas la atraviesan
de puerta a puerta. Y cuando no haya luz, te acompañe alguien que encienda una lámpara de bosque recién rellenada de petróleo. Y que todo lo que hayas vivido sólo sea el prefacio de otro tipo de
existencia, en la cual te reencuentres con todos los que se fueron, pero sus
espíritus siguieron morando e iluminando a los vivos.
Me has provocado ganas de volver. Espero que nuestros futuros yos coincidan, ojalá seamos primas, amigas y vecinas. Besos y enhorabuena
ReplyDeleteEstoy más que segura de que nuestros futuros yos coincidirán ahí y disfrutaremos de lo lindo, primiga. Besote
Delete